Un poco de historia de la almendra

Mencionadas en la Biblia, las almendras ya se servían a los faraones de Egipto; sin embargo, su origen exacto es desconocido. Se especula que proceden de China o de Asia Central, y que los exploradores comían este fruto mientras viajaban por la “Ruta de la Seda” entre Asia y el Mediterráneo, lo que hizo que los almendros florecieran a lo largo de la cuenca mediterránea, con especial presencia en las regiones que hoy son Italia, España y Portugal.

La odisea de los almendros no terminó ahí y, con la expansión ibérica, llegó al continente americano, donde actualmente florecen en zonas tan célebres como California.

Un fruto seco con tradición

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SIMBOLISMOS

La historia de la almendra se ha desarrollado junto con la propia Historia, y por ello encontramos este fruto seco asociado a tradiciones religiosas, étnicas y sociales, manifestando diversos significados. Tal es el caso de la vara de Aarón, que dio brotes, flores e incluso almendras, y hoy simboliza la aprobación divina. Los romanos lanzaban almendras a los recién casados como deseo de fertilidad y, hoy en día, se sirven almendras cubiertas de chocolate o de azúcar durante la Cuaresma. Sin olvidar que, en algunas regiones de Portugal, la palabra “amêndoas” es sinónimo de regalo ofrecido por los padrinos a sus ahijados con motivo de la celebración de la Semana Santa.

Mucho más habría que contar, pero quedémonos con la tradición navideña sueca del pudin de arroz con una almendra escondida en su interior, que augura buena suerte anual a quien la encuentre.

¿Por qué consumir almendras?

Las almendras contienen grasa insaturada, beneficiosa para la salud cardiovascular;

Ayudan a reducir la inflamación de las arterias, disminuir el colesterol, aumentar el HDL (colesterol “bueno”) y prevenir la diabetes;

Cuando se consumen con piel, las almendras se distinguen del resto de frutos secos por su alto contenido en fibra, con un mayor efecto laxante;

Son ricas en vitamina E y en vitaminas del complejo B (con efectos antioxidantes), en magnesio (mineral importante para el control de la tensión arterial) y en calcio (para el fortalecimiento de los huesos);

Se recomienda dar preferencia al consumo de almendras crudas y con piel: bastan dos o tres almendras al día para disfrutar de todos sus beneficios.